Construcciones con hielo


Construir es muy creativo y entretenido. ¿Y si cambiamos los bloques de construcción habituales por bloques de hielo? Será aún más creativo y divertido con el frío, la consistencia y textura de los bloques de hielo y sobretodo ¡al derretirse y resbalar por nuestras manos!

Sólo necesitamos envases y moldes de diferentes formas y tamaños para conseguir bloques variados (cubiteras, envases de yogur, moldes de bizcochos, tuppers...). Para darle un toque más artístico podemos añadir colorante alimentario al agua. ¡Escogimos azul!


Os aseguro sonrisas de oreja a oreja al abrir el congelador y sacar los bloques de hielo. Luego es hora de construir casas, ciudades, animales, monstruos... y todo lo que se nos ocurra (eso sí, mientras el hielo resista). 

Utilizar hielos para construir implica mayor 
estímulo sensorial en la manipulación, ya que además de explorar los tamaños y formas de los bloques, se experimentará con el frío y al manipular los hielos estaremos incidiendo también en su temperatura, calentándolos y haciendo que se derritan poco a poco, experimentando así con el agua también líquida. 



Podremos apilar, encajar, destruir, ensamblar...
Eso sí, estos bloques son muy frágiles, así que si se caen es muy probable que se rompan. 
Uno de los mayores beneficios de los juegos de construcción es precisamente desarrollar tolerancia a la frustración. Con los bloques de hielo tendremos que gestionar aún más la frustración porque puede que las cosas no salgan como queremos, por ejemplo que se caiga una torre y se rompan algunas piezas. 

Los errores son experincias de aprendizaje muy valiosas. Los errores que surgen mientras construímos nos ayudan a recalcular cuánto peso puede soportar la torre que estamos creando, cómo colocar un bloque para que tenga mayor estabilidad o como ensamblar varias piezas de manera más resistente. Todo ello son aprendizajes de matemáticas, física e ingeniería.


Al poder crear nuestros propios bloques podremos decidir cuántas piezas vamos a utilizar y sus formas, por ejemplo escogiendo formas más grandes que los bloques habituales, o más planas, o de formas irregulares. 
¡Además podemos crear las gamas de colores que queramos!


¡Y manos en el hielo!