Esculturas monocromáticas inspiradas en Louise Nevelson

Imagina una escultura. 

Probablemente imagines materiales como piedra, madera, metal o arcilla. Al fin y al cabo éstos fueron los materiales más utilizados para crear esculturas hasta el siglo XX.

Las vanguardias artísticas revolucionaron las técnicas, elementos, significados de las esculturas  y, por supuesto, sus materiales. Picasso utilizó cuerda y alambre, Duchamp ruedas de bicicleta, y Louise Nevelson objetos de desecho. 

Louise Nevelson fue una escultora norteamericana del siglo XX. Muchas de sus esculturas son collages, piezas de madera ensambladas como un puzzle. Ella se consideraba la recicladora original, y utilizaba para sus esculturas objetos de toda clase que incluso encontraba en las calles de Nueva York y que pintaba con spray a un sólo color, sobretodo negro, blanco y dorado.


Sus esculturas sobrepasan el significado individual de cada objeto, y así, la pata de una silla, el pomo de una puerta, una percha... obtienen dimensión monumental a través de su combinación en lo que Louise llamaba "ambientes".



Para crear una escultura inspirada en los trabajos de Nevelson necesitamos:

- unas cuantas cajas de cartón de diferentes tamaños
- pistola de silicona



- tesoros: tapones, corchos, latas, rotuladores gastados, tuercas, envases, ramas, chapas, cáscaras de huevo, pequeños juguetes...



Esta actividad es una provocación a crear con "cualquier cosa". Desperezar la creatividad y sacudirla de sus comodidades. Que los artistas se enfrenten a una escultura y trabajen con volúmenes y a gran escala, y que se enfrenten, además, a la necesidad de romper esquemas aplicando nuevos usos a objetos cotidianos, pensando en alternativas y generando ideas para diseñar y componer.

Lo primero será la recogida de materiales: en una mano la lupa y en la otra, una bolsa bien grande para guardar tesoros. Una pista, ¡seguro que en el fondo de algún cajón encontramos muchos tesoros escondidos!

El siguiente paso es diseñar la estructura a partir de las cajas. A las cajas que no tengan tapa habrá que recortarles un lado como se ve en la foto. 
Aunque a simple vista este paso no parezca gran cosa, se trata de un estímulo para desarrollar autonomía en el proceso creativo y una exploración de diseño con varios elementos en juego: formas, volúmenes, simetrías, tamaños... 
Cuando los artistas hayan decidido la estructura, se pegan las cajas con la pistola de silicona.



*Los niños y niñas, con supervisión, pueden manejar una pistola de silicona. Hay que dejar claras ciertas instrucciones: no tocar el pegamento recién salido de la pistola, tener cuidado al cogerla, apoyarla y con el cable, no tocar la punta y dejarla enfriar al terminar.  Actualmente existen pistolas de bajas temperaturas y sin cables, más seguras para niños y niñas.

Volvemos a diseñar, componer y pegar con las piezas rescatadas para la escultura:


 
¡Ya tenemos una obra tridimensional y a gran escala! Para darle el útlimo toque a lo Nevelson, la pintaremos con spray para obtener un resultado monocromático (buen momento para explicar a los artistas qué es algo monocromático). 

Nosotros escogimos amarillo.

*Los sprays contienen sustancias tóxicas por lo que debemos utilizarlos en el exterior. Que los niños y niñas se protejan con guantes y mascarillas, y si es posible, también gafas (así prevenimos las salpicaduras que pueden irritar la piel y necesitan productos agresivos para quitarlas al lavarnos). Protegerse ha de ser un ritual antes de apretar el spray. Hemos de ser conscientes de qué clase de productos utilizamos en cada momento y saber cómo utilizarlos y cómo desecharlos adecuadamente.




Una vez pintada dejamos secar en el exterior y ¡lista nuestra escultura monocromática a lo Nevelson!