Los retratos son los clásicos de la pintura y reconozco que a mí me encantan. Hay muchas maneras de hacer retratos y muchas formas de trabajarlos mucho más allá de la técnica artística. Son una gran herramienta para trabajar el autoreconocimiento, habilidades sociales, emociones...
Seguro que se nos ocurren cientos de soportes para crear retratos. ¿Qué tal plastilina o masa de modelar casera?
Aplastamos una bola de plasti hasta conseguir el espacio suficiente para crear una cara. Según queramos puede ser la nuestra, de un compañero/a, de una mascota, de un unicornio...
Para crear el retrato sólo necesitamos rasgar la plastilina y para ello podemos utilizar palillos, palos de brocheta, tenedores... Os aseguro que rasgar la plastilina es muy relajante y satisfactorio.
¡Cuando queramos cambiar algo o nos hayamos equivocado solo tenemos que pasar el dedo y amasar de nuevo esa parte de la plastilina!
Una vez terminado, podemos aprovechar el retrato en plasti para...
...¡Estampar! Podemos crear los retratos que queramos rasgando plastilina y luego estamparlos. Solo tenemos que pasar un rodillo por toda la cara y presionar una hoja para imprimir el retrato.
No importa si no quedan impresos todos los detalles, si queremos podemos seguir pintando en la hoja, por ej con rotus, una vez seco.
Esta propuesta es muy sencilla y precisamente por eso las técnicas de estampación son un gran éxito ya que no necesitamos un manejo complicado de herramientas, son rápidas y podemos repetir mientras queramos. Además, utilizar los rodillos siempre llama la atención.
A menudo ofrecemos actividades a las niñas/os teniendo la perspectiva del tiempo de un adulto. Muchas veces proyectos atractivos se acaban distorsionando por una duración inadecuada. Sobretodo cuando pretendemos que todas/os realicen y terminen la actividad al mismo tiempo. Quizás alguien quiere imprimir siete retratos, otro sólo dos. Quizás alguien quiere esforzarse mucho en los detalles rasgando la plasti y otro prefiere experimentar más con el rodillo... Es muy importante cuando ofrecemos materiales y espacios abiertos a la experimentación, estar pendiente de los diferentes ritmos y ofrecer también posibilidades y alternativas.